Gabriel dice
14 DICIEMBRE 2022De pequeño tuve deglución atípica y me costaba tragar, por lo que cogí la costumbre de respirar por la boca. Nunca le di demasiada importancia pero debido a mi trabajo actual, me di cuenta de que al no respirar apropiadamente, me quedaba sin aire demasiado rápido y me costaba hablar de forma continuada. Gracias a la ayuda de Ana, he aprendido a ser mucho más consciente de mi respiración mientras hablo, lo que me ha ayudado a hacer las pausas necesarias y a administrar el aire que respiro de una forma mucho más eficiente, para poder hablar sin la sensación de estar ahogándome. Además, en el trato personal ha demostrado ser una persona muy paciente y empática conmigo por lo que recomiendo su ayuda al 100%.